lunes, 23 de marzo de 2009

El mosquetero de hoy, carece de pólvora...

Los mosqueteros fueron siempre un cuerpo militar abierto a las clases bajas de la nobleza, y se ganaron una reputación de tener un espíritu guerrero, vivaz y versátil, protegiendo a su país y regente, a fuerza de capa, espada, caballo, mosquete y... una sonrisa de picardía.

Un mosquetero moderno, no puede ser ninguno de nuestros militares (digo yo), pues en ellos es difícil ver picardía. Un mosquetero es, por encima de toda habilidad y fuerza (no necesariamente físicas), una persona apasionada, pícara y explosiva (no necesariamente a punta de pólvora!).



Sin embargo, los mosqueteros modernos hemos de tener cuidado... Las ideas, plasmadas en tinta (o en bits), explotan por toda la eternidad! 

PD: Si me dicen la autoría de la última frase haré el reconocimiento como es debido!

Mosqueteros

La historia de los mosqueteros se remonta a un pasado distante, demostrando sin embargo una evolucion particular. Primeramente, sus defensas estaban compuestas de fibras naturales. Luego, con el dominio del metal, delgadas mallas de estos materiales sustituyeron a las menos resistentes y duraderas fibras. En tiempos modernos, polimeros ultra resistentes y flexibles cumplen la funcion de proteger y evitar el paso de las viciosas amenazas de las cuales los mosqueteros nos protegen.

Sin embargo, el mayor problema de los mosqueteros, es su falta de ofensiva. Porque sus enemigos, aquellos de los cuales nos protegen, tienen una habilidad inigualable, impulsada por una sed de sangre que solo se compara con la de ciertos vampiros cariocas.

Cuanto no quisieramos nosotros, los incautos que nos escondemos detras de las inertes defensas, poder atacar al enemigo con la misma ferocidad que ellos nos demuestran. Sus afiladas lanzas, su zumbido infernal, su increible olfato que le permite detectar hemoglobina a larguisimas distancias. Cuanto no quisieramos torturarlos, atormentarlos con altisimas frecuencias que los enloquezcan, clavarle agujitas microchiquiticas que lo saquen de quicio.

Pero no. Por ahora no nos queda otra. Nos seguiremos escondiendo detras de nuestros mosqueteros.

domingo, 22 de marzo de 2009

¿Que es un mosquetero?

En ésta semana pasada, Orestes sugirió como tema para comenzar éste blog el de los mosqueteros, inspiración bajo el cual nació el nombre de ésta página. Voy a dar, entonces, mi aportación a dicha idea.

Para mí, un mosquetero es un aventurero y un romántico empedernido que, aún obedeciendo las órdenes de sus superiores, sigue los dictados de su corazón. Los mosqueteros son apasionados, fogosos, astutos, idealistas y, aunque parezca contradictorio, poseen grandes dosis de ingenuidad e inocencia.

El espíritu del mosquetero es atemporal y no es una figura anacrónica; sin embargo, las cualidades sobre las cuales se alimenta dicho espíritu van escaseando a medida que vamos viviendo, siendo sustituidas por el pragmatismo y el "realismo". Al final crecemos y dejamos atrás para siempre ese mundo de "Nunca Jamás".

Para aquellos que aún disfrutan la bendición de dicho espíritu mosquetero, por favor, disfrútenla al máximo, porque una vez que se va no volverá.

viernes, 20 de marzo de 2009

Nihil novi sub sole

De pequeño me llamaba mucho la atención que los adagios, moralejas y consejos que escuchaba o leía siempre venían a pares y contrapuestos; es decir, por cada frase célebre que aconsejara una determinada acción, podía conseguirse otra que desaconsejara dicha acción. Al final me hartaba y hacía lo que me apeteciese en ese momento, sin mas cortapisas que mi conciencia.

¿Qué mas quisiéramos nosotros eliminar todas las incertidumbres en la vida?. ¿Saber exactamente cómo obrar ante determinadas situaciones?. Lamentablemente, no existe un libro que diga cuál es la forma "correcta" de vivir. Tampoco han existido personas tan iluminadas que jamás hayan cometido errores o haber sufrido como consecuencia de sus actos.

Vamos ciegos por la vida, sin saber a ciencia cierta las cosas que nos depara el porvenir, con apenas la experiencia del pasado y la conciencia como un bastón endeble que nos sirve para, mal que bien, detectar los fosos y piedras que podemos encontrar y, así sortearlos.

Joan Manuel Serrat plasmó con claridad ésta idea al tomar los versos de Antonio Machado y componer una canción hermosa: Cantares. De ahí, quiero extraer uno de sus versos.

Caminante, no hay camino
Se hace camino al andar
Al andar se hace camino
Y al volver la vista atrás
Se ha de ver la senda
Que nunca mas se ha de volver a pisar
Caminante, no hay camino
Sino estelas en la mar.


Hasta otra